¿Y si tu jefe no te deja ir al baño?
No vamos a mentir: ir al baño es, probablemente, uno de los pretextos más grandes para desconectarnos del trabajo aun estando en la oficina pero, ¿será justo que nuestro jefe nos limite el uso del sanitario?
Probablemente tú conozcas ya algunas historias de terror al respecto, sin embargo hubo una que trascendió en los estudios organizacionales, y es que una empresa dedicada a la manufactura de tuberías y demás tecnologías de este sector se dio cuenta que sus niveles de productividad estaban cayendo porque sus empleados iban mucho al baño.
Fue entonces que la compañía con sede en Chicago impuso una nueva política: sus trabajadores no podían usar el baño por más de 6 minutos al día. La cosa se puso tan ruda que también implementaron un sistema en donde los empleados debían pasar sus credenciales sobre un sensor para poder acceder al baño, hasta que la rebelión comenzó…
El sindicato de la empresa comenzó un proceso de demanda, y la compañía quiso premiar con $20 dólares al mes a los empleados que no usaran el baño durante horas laborales. Pero algo que es importante entender es que la productividad no es una condición física, sino mental, y que por algo a los empleados les gustaba pasar su tiempo en la taza del baño…
Pensando en esto, te compartimos cinco preguntas para darte cuenta si tu empresa está invirtiendo esfuerzos correctamente en la mejora de tu productividad:
1. ¿Promueve la formación continua de sus empleados? Es normal que algunos trabajos sean más mecánicos que otros, sin embargo esto no debe ser pretexto para dejar de recibir capacitación o tener una posibilidad de crecimiento profesional.
2. ¿Favorece descansos en el horario laboral? En otras palabras, ¿garantiza que los tiempos en donde el trabajo para, de verdad repongas energía?
Recuerda que todo tu ser necesita refrescarse, incluyendo tus ojos, que después de un largo día frente a la computadora pueden empezar a sentir ardor, picazón o visión borrosa que solo mejora al frotar. Si este es tu caso, necesitas Splash Tears, las lágrimas artificiales que hidratan y lubrican tus ojos para que puedas seguir adelante.
3. ¿Motivan y recompensan? Si ya te cuentan los minutos para ir al baño, ok, pero… ¿Hay suficiente motivación y recompensas como para no querer dejar nunca tu lugar y trabajar de una mejor forma porque eso no solo beneficia a tu empresa, también me beneficia a ti?
4. ¿Favorecen el trabajo en equipo? Nadie puede solo y una persona no es capaz de sostener a una compañía entera. Las relaciones personales también son importantes en el fluir laboral, por eso toda organización debe promover el trabajo en equipo y la unión entre los miembros que al final trabajan en conjunto para alcanzar un objetivo común.
5. ¿Mantienen una buena comunicación? No lo vamos a negar, las cosas se vuelven más difíciles cuando no puedes expresar rápidamente y con la persona adecuada las cosas que te gustan o te incomodan de tu trabajo. Una empresa que favorece la comunicación y el intercambio de ideas demuestra que está comprometida con el buen desempeño de su gente.
Con todo esto, ¿cómo es tu panorama? ¿Estás en una empresa que pronto medirá los minutos que pasas sobre el WC o trabajas en una compañía que trabaja todos los días para que tú y tus compañeros se encuentren motivados y refresquen su visión?